Soledad

¿Que es la soledad?
¿Estar solo?
¿Estar acompañado?
¿Que diferencia hay?

Nos podemos encontrar en compañía de grandes amigos, nuevos o de antaño, con conocidos e incluso familiares; pero quizas no llegarian nunca a entender el trasfondo de una situación, un sentimiento difícilmente explicable a un lenguaje mortal.

En ocasiones uno puede presenciar esto un par de veces en la vida; el deseo de compartir algo muy personal a la persona que consideramos apta y después ¿que recibimos? Una cara de perdido o una cara de entendimiento fingida y practicada por años, como una careta ya antes utilizada.

Difícilmente alguien en este mundo enorme puede llegar a entender sentimientos tan intimos. Aunque lo haya vivido, experimentado o cualquier otra cercania.

Sentir que la soledad es como un puñado de dagas que se clavan en todo tu ser, como un monton de espinas que se entierran en la piel, un pesar que atormenta tu alma y aturde tu mente. ¡Cuanto odio la soledad! Pero que seria peor, estar solo o mal acompañado, rodeado de criaturas que sobrellevan su existencia en busca de metas banales y absurdas, a mi parecer.

¿Que diferencia puede existir entre un montón de parloteo sin sentido o un silencio quebrantador y tajante como cuchillo? ¿Que similitud hay entre un montón de risas y un montón de lagrimas? ¿Cuan distante nos encontramos de nuestro propio yo para luego sentirnos vacios? ¿Qué escoria mental podemos albergar sin motivo? ¿Con que clase de ideas tapamos los tormentos que nos agobian?

Desde luego, en el silencio del desierto penumbroso podemos escuchar el vacio de nuestros sentimientos y la desesperanza de nuestros sueños, el crujir de nuestro cuerpo envejeciendo con los años, arrastrando consigo experiencia y recuerdos dolorosos de una triste existencia.

¿Como sin sentir nada lo puedes tener todo? ¿Que maravilla se esconde tras una oscuridad que asecha tu felicidad? Como decia mi abuela, mientras más oscura se encuentra la noche, mas rápido saldra el sol.

A la lejania de las voces encuentro la paz y tranquilidad que son como droga al aturdido y desamparado, como notas angelicales a los oídos y como miel dulce al paladar, como hermoso oasis para la vista y confort para el alma.