lunes, 29 de diciembre de 2014

Secretos

No se si en el camino quede anonada por el brillo de tus ojos, o sí fue el resplandor de tu sonrisa lo que hizo deslumbrar mi vida, pero hay algo de lo que estoy segura, nunca había amado a alguien de esta forma, tan diferente que es sorprendente, me instiga a querer mas y poco a poco deja de existir alguien mas a mis ojos.  

Intentado enumerar tus cualidades, pierdo la cuenta de tus atractivos, concentrándome en los detalles empiezo a divagar en los recuerdos, en donde tu voz suena tan nítida como que si estuvieses aquí, tu rostro se ve tan real que imagino por un instante que tus labios rozan los míos, en los centímetros que se ahogan en tu compañía. Tantas ilusiones que impulsan esta maquinaria, amar no seria tan fácil. 

Por ahora, me sustento de eternos ensueños que logran mantener a flote estas ideas, buscando nadar contra la corriente de argumentos que reprochan mis deseos, incitando al olvido. Y entre tanto y tanto, se me ha olvidado decidir que sucederá, sintiéndome tan vulnerable me pregunto si realmente esto debe continuar, o es un impulso al vacío. Me consume tanto amor, que solo es contenido por la distancia, estando al borde de tantos secretos que se alborotan al verte, queriendo escapar de mi subconsciente, y es que de todos, el máximo sentimiento, es que te quiero, y que no dejara de subsistir mientras mi corazón siga latiendo.  

Disyuntiva

Se congelan los instantes, me sumerjo en aguas sumamente frías, inundan y desbordan en mi cabeza pensamientos incontenibles. Y es que esta llama se ha ido apagando poco a poco, ha sido consumida por la frialdad de tus palabras y el hielo de tu ausencia. Ya no me alcanzan los recuerdos y no encuentro sosiego. Me abandoné tantas veces a la fantasía que es quererte y se me olvida que en esta realidad tu no sientes lo mismo, tuve tantos sueños despierta que hasta me he sentido desorientada, preguntando donde quedaban esas esperanzas, esas expectativas que buscaban florecer en ese futuro prometedor.    

Ya no queda nada, solo este corazón roto que se decepcionó, estas falsas imaginaciones que no llegaran a materializarse, estos planes frustrados y proyectos truncados. El sabor de mis lagrimas, es el amargo recordatorio de haberlo dado todo sabiendo que nada pasaría. Intentando olvidarte me flaquean las fuerzas, me he esforzado tanto para dejar de pensarte, de ni siquiera nombrarte, pero es que es imposible, hasta en sueños apareces como lo que siempre he querido y que por fin encontré. 

Me encuentro en la disyuntiva de seguir persiguiendo la meta del olvido o continuar añorando tu compañía, amando tu foto y viéndote a lo lejos. 

sábado, 27 de diciembre de 2014

¿Será así?

Admito que hay ocasiones en las que me encuentro en una de las mayores encrucijadas de mi vida, el saber si la situación es así o yo lo invento. Me he refugiado continuamente en la fantasía que ahora la disyuntiva es reconocer la realidad. He imaginado tantas historias a tu lado, tantos finales felices, sueños tan presenciales que en este presente mi corazón se niega a pensar en un rechazo. 

En tus palabras encuentro tanto misterio, tan oscuras que son, y mi mente agitada por todas estas emociones, que ya no entiende su significado. Convergen mis sentimientos en una cascada al abismo, mis dudas se fortalecen en tu ausencia y mis brazos añoran el calor de tu cuerpo. Mis temores se burla, el miedo mi aliado, todos dicen que me amas, pero ¿Será así? en tus señales cruzadas no hallo claridad, en este pozo no hay luz para el sentimiento encarcelado. Nada puede ser peor que estas dudas, me arrebatan la paz. 

Me he vuelto adicta a la suavidad de tus labios, a la calidez de tu mirada, a tu olor, no me gustaría pensar siquiera en perderte, pero tampoco me quedan esperanzas para pensar lo contrario. ¿Por que tanta distancia, tanto tiempo? siento largo los instantes en tu ausencia, y sin tu presencia los kilómetros son mas largos. 

Cuando vuelvo a sentir ese choque de energía al verte, esa "corriente" que recorre todo mi ser, solo me queda entender que no hay posibilidad de regresar para este sentimiento que se ha desbocado en mil sensaciones. Me abandono al océano del querer. Tus nervios, tu mirada, tu cara enamorada, hablan mas que las escasas palabras; fomentan la idea de que soy alguien mas, que figuro en tu corazón, ¿Será así? ¿Puedo permitirme un privilegio tan grande, como lo es imaginarme a tu lado?  

viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Vale el esfuerzo?

En las cuentas del corazón solo existe sustracción. He dado tanto esperando nada, amando a la distancia, que a veces este amor siente que pierde fuerza, apagándose lentamente. ¿Vale la pena tanto esfuerzo? La cantidad incalculable de segundos en los que reprimo una lágrima, los torrentes de mi alma buscan nuevos causes, y en ocasiones son indetenibles los suspiros del "te quiero" que no te he podido decir.

De tu espíritu se alimenta mi ser, he logrado desmenuzar estos misterios de tu mente, que ahora no logro dejar de enamorarme, aunque en todo, existen dudas, esas pequeñas cizañeras que invaden mis pensamientos, las inseguridades que se convierten en incógnitas y estos deseos que buscan encontrarte. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero todo es gratificante cuando estas a mi lado, cuando puedo tocar tu piel deja de existir algo mas.

El tiempo que transcurre en la espera es relativo a cuando no te conocía, no había quizás, motivos para amar a través de la lejanía, añorando los minutos en los que suena tu voz, admirando los instantes de tu sonrisa, embelesada mi alma que ya no conoce nada más, probó del elixir de vida que emanan tus labios, del éxtasis de tus caricias y de la comodidad de tus brazos.

Entre poco o muchos errores, siempre se podrá decir que valió la espera, los momentos de intriga, las largas horas de angustia y por sobre todo el conteo de minutos por verte. Quizás por alguien más no hubiese sido así, y es que tienes ese algo que ha conquistado mi cuerpo y alma, esa pizca de alegría que embellece mis días y esa forma de querer que hace que deseé más de tu cariño.

El amor se convierte en hábito siempre que lo construyamos y en costumbre cada vez que se hace más fuerte.