viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Vale el esfuerzo?

En las cuentas del corazón solo existe sustracción. He dado tanto esperando nada, amando a la distancia, que a veces este amor siente que pierde fuerza, apagándose lentamente. ¿Vale la pena tanto esfuerzo? La cantidad incalculable de segundos en los que reprimo una lágrima, los torrentes de mi alma buscan nuevos causes, y en ocasiones son indetenibles los suspiros del "te quiero" que no te he podido decir.

De tu espíritu se alimenta mi ser, he logrado desmenuzar estos misterios de tu mente, que ahora no logro dejar de enamorarme, aunque en todo, existen dudas, esas pequeñas cizañeras que invaden mis pensamientos, las inseguridades que se convierten en incógnitas y estos deseos que buscan encontrarte. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero todo es gratificante cuando estas a mi lado, cuando puedo tocar tu piel deja de existir algo mas.

El tiempo que transcurre en la espera es relativo a cuando no te conocía, no había quizás, motivos para amar a través de la lejanía, añorando los minutos en los que suena tu voz, admirando los instantes de tu sonrisa, embelesada mi alma que ya no conoce nada más, probó del elixir de vida que emanan tus labios, del éxtasis de tus caricias y de la comodidad de tus brazos.

Entre poco o muchos errores, siempre se podrá decir que valió la espera, los momentos de intriga, las largas horas de angustia y por sobre todo el conteo de minutos por verte. Quizás por alguien más no hubiese sido así, y es que tienes ese algo que ha conquistado mi cuerpo y alma, esa pizca de alegría que embellece mis días y esa forma de querer que hace que deseé más de tu cariño.

El amor se convierte en hábito siempre que lo construyamos y en costumbre cada vez que se hace más fuerte.

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