lunes, 20 de octubre de 2014

Felicidad

¿Como saber si soy feliz sino te tengo? ¿Sentir que lo tengo todo cuando no es asi? Conformarme de tenerte a ratos, cuando yo te quiero para el resto de mi vida, para nunca tener que decir adios. Poder vivir nuestra historia asombrosa como los libros.

Pero ¿Cómo voy a pedir tanto? Cuando ni siquiera siento que te amo, cuando sólo pareces un simple capricho, un capitulo que podria acabar tan fugaz como comenzo. No te distingues de nada en mi tiempo, no tienes nada diferente a los demas ¿Por que serias tu y no alguien mas?

Lo unico especial en ti es que todo es especial, sin conocerte me intrigas, me cautiva y me embelesa pensar en tus ojos marrones que no tienen nada fuera de lo comun, pero que con tu mirada me transportan al paraiso. El sendero a la felicidad se parece mucho a tu sonrisa y como una tenue brisa me imagino juntos para siempre, congelados en un eterno momento y atrapados  en un suspiro.

Que con tu personalidad puedo sonreir en mis peores momentos y que jamas me canso de conocerte. Quiero recorrer el camino que siguen tus pensamientos que convergen en la autopista de tus mas íntimos deseos.

Quiero sentir lo que es el amor a tu lado, que me enamores cada dia y que yo pueda ser lo que has esperado toda tu vida; enseñame lo que es la felicidad en tus brazos y que cada instante compartamos una nueva experiencia.

Tener esa sensación de llenura después de tanto reir a tu lado y las mariposas cada vez que te vea. Por favor, enseñame que puedo confiar y que no me vas a traicionar, que no eres como los demas.

Que nuestra felicidad jamas se acabe y que el recorrido de estos años, aunque es duro, lo pueda transitar contigo, y se vuelva mas fácil a cada minuto.

4 comentarios:

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  2. Me ha gustado mucho este escrito, y me recuerda una de las teorías del amor de Jorge Luis Borges, en que un muchacho entra en un bar y encuentra un montón de monedas, todas idénticas. Entonces toma una y la examina cuidadosamente, mira su grosor, sus números grabados, sus letras, su brillo. La voltea y pasa un buen rato observando su moneda, de la cual había quedado enamorado. Era simplemente una moneda, igual que las otras, pero esta tenía algo invisible, inexplicable, que la hacía especial a sus ojos. Igual sucede con el amor, según Borges, y es por ello que la persona amada es un ser humano como cualquier otro, pero que tiene algo invisible, inexplicable, que la hace especial en tu corazón.

    Buen texto. Un abrazo grande.

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