martes, 9 de junio de 2015

Ni El Tiempo Ni La Distancia

Cuando por fin creo que te olvidé, llegas con tu sonrisa y arrasas con los rastros de decepciones, todo vuelve a ser un remolino de sensaciones; recuerdo lo hermoso que es estar a tu lado, y analizando mejor se que no podré borrar esa felicidad que me produce estar con tu mirada. Cuando pienso que ya he conseguido otros mares por donde navegar, otros horizontes que recorrer, me doy cuenta que ninguno se asemeja a ti, no esta ni cerca de brillar como tus ojos y ni siquiera producen en mi esa chispa, esa electricidad que debasta con mi voluntad, haciendo que te ame más que nunca.

Entonces, es evidente no te he olvidado, que mi amor esta latente en cada segundo de mi presente, en cada rincón de mi subconsciente, sin apartarse un minuto de mi mente. Quizás es capaz de burlar las barreras de mi lógica, porque de vez en cuando susurro tu nombre, acompañado de un suspiro, alboratando los recuerdos como avalancha; de los besos que nunca nos dimos, de las caricias que inventé para ti pero que jamás hice, de las formas que innove mi querer.

Murmuran los secretos, se despiertan los deseos; en sueños te veo, y sigue siende tan magnífico como siempre, tan deslumbrante como la primera vez que te vi. Abrasador, desbocado, ardiente y un poco atolondrado se vuelve mi espíritu, ante tu foto desearía poder llegar a donde estas, y besarte como jamás alguien lo hizo, admirarte de tal manera que solo pueda ver el encanto congelado, instante detenido, el momento suspendido de tu risa, eternamente, para que esta imagen me acompañe en tu ausencia, volviendo menos imposible este cariño.

Ni el tiempo ni la distancia han logrado disipar esto que siento, no han hecho mermar mi devoción a tu recuerdo. Tus memorias quedaron como cicatrices en mi alma, duelen cuando no estas y se alivian con una de tus palabras; tu voz quedó grabada en mi mente de modo que resuena siempre, enamorandome, incluso mas que el primer día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario