He dejado una parte de mi en aquel lugar donde solía
amarte, ese lugar que llenó de alegrías y penas mis días, al ritmo en el que el
tiempo se congelaba en un suspiro y mi corazón dejaba de latir presintiendo el
por venir. Distante y fantasioso se convierte ese lugar en el que una vez tu
piel tenia la electricidad de la abundancia del querer, en el que una vez soñé
con tus labios perdiéndome en besos de ensueños.
He dejado mi alma alejarse cada noche, en busca
de recuerdos se desvanece en senderos de nostalgia, solo quedo yo, amando tu
sonrisa o tu olor que se va con el viento de la distancia o de la tristeza. Con
solemne paso se disipan los sueños que existieron en mis lienzos secretos, en
donde además inventaba una nueva forma de pensarte.
Extraviándose en la neblina de las dudas queda mi
espíritu divagando, en los mares de lágrimas, sentado en las rocas queda mi
ser, recibiendo el impacto del adiós, así como una vez recibió los impactos del
amor.; mientras que las olas chocan en la arena de mi piel, borrando lo que habían
sido tus caricias hace un tiempo atrás, y en mi mente resuene ese sonido
armonioso, angelical y mágico que fue tu voz diciendo mi nombre... que
luego se convirtió en tormentas y desamparos al decir adiós. Son recuerdos que
se encuentran intactos en las profundidades de mis sentimientos.
Quisiera decir que he dejado de quererte pero es
una total mentira; esto es una verdad aplastante que rompe mis huesos y quiebra
mi voluntad de cristal. Es una verdad parte de mi pasado, parte de mi presente
y deslumbra ser parte de mi futuro, porque al fin al cabo no he dejado de
amarte.
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