¿Sentimiento y aflicción? Es triste pensar que no soy el motivo de tu sonrisa, que no estoy en tus pensamientos como tu estas en los mios, en duro entender que el brillo que veo en tus ojos, ese resplandor que emana de ti, pertenece a alguien; alguien que llegó, quizas, primero que yo, y que ahora es la razón de tu felicidad.
Me repito constantemente que esto no debe ser, que en tu corazón no hay espacio para un nuevo amor; rememoro que no debo formar parte de la destrucción de tus sueños, que si estás feliz asi, ¿para que cambiarlo? Amar es entender, y saber que a veces hay que saber perder. Aunque me cueste mucho asimilarlo, aunque sea un suplicio a mi alma, se que esta la obligación de ignorarte, de no encariñarme más de lo que puedo soportar, es un compromiso conmigo misma olvidarte.
Prefiero seguir queriendote a susurros, en lugares donde nadie puede oír, con voz tenue que ni siquiera mi propio espíritu lo perciba. Es mejor admirar tus cualidades desde lejos, en un lugar seguro de mis propios deseos, de mis propios sueños, alejando cualquier oportunidad que descendene la verdad que tanto duele. Seguiré escuchando tu voz en mis sueños, seguiré viendo tu rostro cada vez que en mi almohada este, seguiré ahogando en lágrimas este querer, morirá en el ayer.
Que duró es amar y saber que jamás corresponderá, que complicado es decirle a mi corazón que no añore tu compañía, que difícil es obviar las sensaciones que me haces vivir. Sin lugar a duda, esto sucede cuando el brillo de sus ojos pertenece a alguien; cuando es asi, no hay que hacer.
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